La violencia sexual hacia la niñez es cualquier forma de contacto o conducta
sexual impuesta a un niño o niña sin su consentimiento, o cuando no están en
capacidad de darlo. Puede incluir abuso, explotación, exhibicionismo,
manipulación emocional, entre otros. Es una grave violación a los derechos
humanos y deja secuelas profundas en el desarrollo físico, emocional y social de
la víctima.
La violencia sexual contra los niños o las niñas puede ocurrir en cualquier entorno. Esto incluye las situaciones en las que sufre abusos sexuales por parte de un familiar o un cuidador en el hogar; se ve en la obligación de vender servicios sexuales a cambio de alimentos, dinero o favores; sufre violaciones o acoso sexual de camino a la escuela o en ella; es abusado por alguien en una posición de confianza, como un entrenador o un líder de la comunidad; es captado en línea y convencido para realizar actos sexuales, para hacer exhibicionismo o producir imágenes sexuales; es explotado por delincuentes que han viajado con ese fin; se ve atrapado en la esclavitud sexual por grupos organizados de delincuentes pedófilos; o sufre violaciones a manos de los combatientes en un contexto de guerra.
Características importantes a tener en cuenta:
- Puede ser ejercida por personas cercanas al entorno del niño/a (familiares, docentes, vecinos, conocidos). Muchas veces se da en silencio, bajo amenazas o manipulación afectiva.
- No siempre implica contacto físico: el acoso verbal, exposición a pornografía o insinuaciones también son violencia.
- Signos de alerta en niños/as que pueden estar siendo víctimas: Cambios bruscos de conducta: aislamiento, agresividad, llanto sin causa clara.
- Dificultades para dormir, pesadillas o miedo a quedarse solos.
- Conocimiento o comportamientos sexuales inapropiados para su edad a ciertas personas o lugares sin razón aparente.
- Dolor o molestias físicas inexplicables.
Estrategias de prevención desde la educación inicial:
- Enseñar que “su cuerpo es suyo” y que pueden decir “no”. Promover el diálogo abierto, sin castigar la curiosidad. Leer cuentos sobre autocuidado y respeto al cuerpo.
- Capacitar a docentes y familias sobre el tema.
- Establecer protocolos claros para actuar ante sospechas.
- Acá te dejo un video que te podría ayudar con los niños en el aula https://youtu.be/kbwZcPc3JBs?si=HNzZ9j_FcfQFlq9y
Actividad:
Conociendo mi cuerpo
Objetivo: Que los niños conozcan y nombren las partes del cuerpo, diferenciando las partes privadas.
Actividad:
-
Usa una figura humana o muñecos (niño y niña).
-
Nombra cada parte del cuerpo y explica que hay zonas privadas (bajo la ropa interior) que solo ellos pueden tocar, limpiar o mostrar en presencia de un adulto de confianza (como mamá o papá) cuando sea necesario.
-
Canción de ejemplo: "Mi cuerpo es mío" (puedes buscarla en YouTube o crear una versión sencilla con ritmo).
Material: Láminas, muñecos, espejo, colores.
Reflexión de aprendizaje:
Este tema me impactó profundamente y reafirmó mi responsabilidad como futura
docente en la protección de la infancia. Aprendí que es indispensable hablar de
estos temas con claridad, empatía y compromiso, tanto en el aula como con las
familias. Prevenir la violencia sexual implica educar desde el amor, crear
entornos seguros y escuchar con atención a los niños. En mi práctica promoveré
espacios de confianza, fortaleceré la autoestima infantil y estaré siempre
atenta a cualquier señal de alerta. La protección infantil no es opcional: es
una prioridad ética y profesional.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario